Daki Semiárido Vivo
Manejo Silvopastoril: producción de alimentos y resiliencia climática
La experiencia del Chaco Argentino muestra diversificación de fuentes de ingreso y cuidado del bosque.
El bosque chaqueño es el espacio que habitan los campesinos e indígenas en el Gran Chaco Americano. En esta enorme región semiárida los recursos naturales son vitales para sus pobladores y el gran desafío es cómo aprovechar estos recursos sin agotarlos ya que se trata de recursos naturales renovables. Esto implica que, si están bien manejados tienden a la perpetuidad.
Es en este contexto que surge la experiencia de manejo silvopastoril del bosque chaqueño con producción sustentable de madera, carne y miel.
La experiencia silvopastoril en Argentina
En el Gran Chaco Argentino, en las provincias de Santiago del Estero, Santa Fe y Salta, se desarrolló una experiencia que comenzó en los años ´90 y continúa hasta hoy, con aplicación de las técnicas en todo el norte Argentino, cuenta Martín Simón, coordinador en Fundapaz. La iniciativa comenzó a practicarse por los mismos pobladores, pequeños productores, campesinos y pueblos indígenas.
Se realizaron capacitaciones en las que se abordaron todos los aspectos de un sistema de producción integral en donde los principales productos de los campesinos e indígenas fueron en algunos casos maderables como la leña o el carbón y las artesanías y en otros alimenticios como la miel y la carne caprina; todo integrado en el bosque.
“De esta forma se logró que las técnicas silvícolas de manejo del bosque chaqueño permitieran un importante incremento de la producción de pasturas en el bosque y como consecuencia un aumento en la producción de carne caprina y bovina. Paralelamente las colmenas se integran al bosque generando un ingreso nuevo y mejorando la polinización de las especies arbóreas nativas”, cuenta Martín Simón.
Los productos forestales bajan en su volumen total, debido a que el manejo sustentable del bosque no permite la extracción en las mismas cantidades que antes. Pero las artesanías permiten que un menor volumen logre ingresos similares. “De esta forma la integralidad del sistema diversificado permite el aprovechamiento sostenible y la conservación del bosque chaqueño”, concluye Martín Simón.
Esta experiencia se desarrolló gracias a la articulación de diferentes instituciones públicas y privadas como el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) y Universidades que comenzaban a estudiar éste tipo de sistemas y a mejorarlos.
Las ventajas del manejo silvopastoril
Estos recursos naturales son bienes comunes que les pertenecen a todas las personas y ellas son las responsables de protegerlos.
Los sistemas productivos diversificados que realizan las comunidades campesinas e indígenas preservan los recursos naturales y permiten la vida en la región, todo lo contrario a lo que ocurre con el agronegocio y el monocultivo de granos que genera las más altas tasas de deforestación y la consiguiente pérdida de recursos naturales. Es importante resaltar que éstas prácticas además de dañar el ecosistema, expulsan a los campesinos e indígenas de sus territorios.
Con el tiempo quedó demostrado que el manejo silvopastoril es una de las herramientas más potentes para producir alimentos y al mismo tiempo preservar los bienes y servicios ecosistémicos que brindan los bosques. Al día de hoy, varias leyes provinciales en Argentina, e incluso la “Ley nacional de Bosques” consideran al “manejo silvopastoril” una práctica exitosa en términos económicos, sociales y ambientales.
Información sobre la gestión silvopastoril en la Biblioteca DAKI
El manejo silvopastoril del Bosque Chaqueño con producción sostenible de madera, carne y miel es una de las 55 iniciativas de agricultura resiliente al clima sistematizadas por DAKI – Semiárido Vivo.
El proyecto seleccionó experiencias de tres regiones semiáridas de América Latina (Corredor Seco Centroamericano, Gran Chaco Americano y Semiárido brasileño).
Los materiales están disponibles en la biblioteca en nuestro sitio web.