Conozca 3 Semiáridos de América Latina

Una mirada a los territorios, a la realidad social y multicultural.

La palabra semiárido se relaciona con desierto y sequedad. Una zona donde el clima es seco y hay menor cantidad de agua a disposición de las poblaciones y especies que habitan el ecosistema. 

Por tanto, hablamos del Semiárido como un región vulnerable a los efectos climáticos, debido a las altas temperaturas  y sequedad  a la que se enfrenta. Sin embargo, en épocas de lluvia, las inundaciones y  derrumbes acechan fuertemente las zonas secas; provocando la pérdida de cultivos y ganado.

Pero estas regiones también guardan vida y diversidad. Ahí viven muchas personas que adaptan tecnologías de convivencia con el Semiárido, defendiendo la soberanía alimentaria de sus pueblos y una vida en armonía con el medio ambiente.

Conozca las características y contextos sociales de tres Semiáridos de América Latina: Gran Chaco Americano, Corredor Seco Centroamericano y Semiárido brasileño. 

Gran Chaco Americano: una región llena de tradición multicultural y “un paisaje de extremos” 

El Gran Chaco Americano ocupa la región central de Sudamérica, abarcando territorios de Argentina (13 provincias), Bolivia (3 departamentos), Paraguay (3 departamentos) y Brasil (1 estado).

Es considerada la mayor zona de bosque continuo del continente después de la región amazónica, y una de las regiones con mayor diversidad ambiental y biológica del planeta. 

Mulheres artesãs. Chaco Paraguaio. Foto: Nicolas Avellaneda. Mujeres artesanas. Chaco paraguayo. Foto: Nicolás Avellaneda.

El clima en el Gran Chaco Americano

En cuanto al clima, esta región se caracteriza por alternar largos períodos de sequía con fuertes inundaciones, intensificadas por los efectos del cambio climático, así como una gran amplitud térmica. 

En los meses de verano sus temperaturas pueden superar los 40°, mientras que en invierno pueden ser menores a 0°.

Población del Gran Chaco Americano 

Algo muy característico del Gran Chaco Americano en cuanto a su población es que podemos encontrar dentro de ella alrededor de 30 etnias indígenas diferentes. Además, se vislumbran grupos sociales de origen europeo o de otras regiones del continente americano, que demuestran los diversos orígenes de sus procesos migratorios.

Esta diversidad étnica y multicultural se ve materializada en una amplia variedad de formas productivas y modos de relacionarse con el medio ambiente. 

Conflictos y situación medioambiental 

Los conflictos de tierra históricamente constitutivos de la región, siguen siendo hoy un problema central para los movimientos y organizaciones que trabajan con las comunidades indígenas y campesinas de la zona.

Además, se vislumbran conflictos socioambientales derivados del avance de la frontera agrícola, la deforestación para la expansión de la ganadería y las obras de infraestructura asociadas a la industria. En este marco, la producción de soja se considera la principal causa de deforestación y degradación de esta región.

Es importante destacar que si la expansión de la frontera agrícola, la deforestación y la degradación del chaco continúan, el daño en términos de emisiones de carbono tendrá un impacto significativo en el aumento de la temperatura del planeta.

Corredor Seco Centroamericano: Legendarios defensores  y defensoras de la tierra y de  las semillas criollas 

El Corredor Seco Centroamericano (CSC), abarca un grupo de ecosistemas en la ecorregión del bosque seco tropical (BST), que inicia en Chiapas, México y, en una franja, abarca las zonas bajas de la vertiente del Pacífico y gran parte de la región central premontaña (0 a 800 msnm) de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y parte de Costa Rica (hasta Guanacaste); Honduras, además, incluye fragmentos que se aproximan a la costa Caribe. 

Colheita na Zona Sur Occidente na Nicaragua. Foto: David López. Cosecha en Zona Sur Occidente en Nicaragua. Foto: David López.

El Clima en el Corredor Seco Centroamericano 

El CSC es una región altamente vulnerable ante fenómenos climáticos extremos debido a las frecuentes y prolongadas sequías y los excesos de lluvia en algunas ocasiones. En el año se cuenta únicamente con dos grandes estaciones: invierno y verano.

La estación seca o verano dura de 5 a 6 meses al año y las estaciones lluviosas, llamadas de invierno, incluyen días de lluvias torrenciales concentradas en pocos días y períodos sin lluvia. Asimismo, los fenómenos El Niño y La Niña afectan al régimen de lluvias de la región, que también está marcado por la aparición de huracanes y tormentas tropicales.

Población en el Corredor Seco Centroamericano

Desde hace al menos 10.000 años a.C se reconocen las poblaciones humanas en la región Centroamérica. Se tiene registro de haber sido habitada por civilizaciones mayas y otros pueblos originarios. Sin embargo, con la llegada de los españoles,en 1502,  las poblaciones indígenas fueron esclavizadas y se perdió gran parte de la riqueza cultural y del conocimiento sobre agricultura orgánica y tradicional. 

Actualmente la región centroamericana tiene una población aproximada de 49,7 millones de personas, de las cuales entre 25 y 30% viven en la zona rural. 

Conflictos y situación medioambiental 

A esta región pertenecen países con altas tasas de pobreza; según los datos del Sistema de Integración Centroamericana (SICA, 2022), los países con mayor porcentaje de población empobrecida son: Honduras (65,6%), Guatemala (59,3%), Nicaragua (46,3%) y El Salvador (33,6%). Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, 2021), la pobreza rural en Honduras, Guatemala y El Salvador corresponde al 82%, 77% y 49% respectivamente, las más altas de la región. 

Asimismo, debido al desequilibrio ambiental y el mal uso de los recursos naturales ha existido una  disminución y escasez de agua en algunas zonas, la demanda de agua va en aumento. La situación de inestabilidad climática genera mayor pobreza y hambre en las comunidades rurales, un claro deterioro de la salud y por ende, deterioro de la calidad de vida. 

Semiárido brasileño: Cuidadores y cuidadoras del agua y de la increíble región de la Caatinga

La ocupación del Semiárido brasileño se inició con la colonización luso-brasileña, a través de la expansión de la ganadería, actividad accesoria a la economía azucarera de la región costera, que prácticamente exterminó a los indígenas que allí vivían. Mientras que la producción de caña de azúcar en la Zona da Mata se basaba en el trabajo esclavo, en la SAB el modelo se basaba en las sesmarias, que recurrían a formas de explotación precapitalistas, como la asociación y la aparcería. 

Permitir la permanencia de la población en la región en aquella época, se desarrolló una agricultura de subsistencia en los humedales y cuerpos de agua, para la producción de mandioca, frijoles, maíz, habas y caña de azúcar Con la introducción del cultivo del algodón a partir del siglo XVIII, se estableció el sistema ganadería-algodón-alimentación-policultura, que garantiza las condiciones para la permanencia de la población en la región.

El Clima en el Semiárido brasileño 

Las proyecciones futuras relacionadas con el cambio climático sitúan al SAB como la región más susceptible del país a sus efectos cada vez más intensos e interconectados, particularmente en las últimas tres décadas. Entre los años 2008 y 2017 más del 90% de la Caatinga pasó a un espacio climático más seco. Según los modelos climáticos globales, hay indicios de que a finales del siglo XXI las fisonomías más secas de la Caatinga podrían expandirse del 55% al 78% (en el mejor de los casos) o incluso al 87% (en el peor de los casos) de la región, lo que equivale a una reducción del 30% al 50% de la biomasa aérea de equilibrio. 

Población en el Semiárido brasileño 

Brasil alberga la región semiárida más extensa, biodiversa y poblada del planeta. Con sus 1,03 millones de kilómetros cuadrados, la región semiárida brasileña (RSA) ocupa el 12% del territorio nacional y alberga a más de 27,8 millones de personas. Son 1262 municipios, localizados en los nueve estados del Nordeste y en la parte norte del estado de Minas Gerais (ASA; SUDENE, 2017). Según datos del último censo demográfico (IBGE, 2010) la población rural del SAB (38% del total) representa cerca del 30% de toda la población rural brasileña. 

Este espacio, mucho más identitario que geográfico, presenta una alta concentración de la tierra donde cerca de 1,5 millones de familias agricultoras (36% de los establecimientos de agricultura familiar brasileños) ocupan poco más del 4% de la tierra cultivable frente a casi el 40% ocupado por latifundios (IBGE, 2017).

Conflictos y situación medioambiental 

En 2022, más de 33 millones de brasileños pasaron hambre y más de la mitad (58,7%) de la población sufrió inseguridad alimentaria, y en las zonas rurales el escenario es aún peor (superior al 60%) que en las zonas urbanas. En el Nordeste, la inseguridad alimentaria alcanza casi el 70% de la población, y el hambre forma parte del día a día del 21% de las familias de esta región. Cabe destacar que, además de los efectos de la pandemia, esta situación es sobre todo un reflejo de la interrupción de las políticas públicas.

La crisis socioambiental evidenciada es, en gran medida, resultado del proceso histórico de ocupación agraria, sometido al modelo hegemónico de desarrollo, a pesar del desfase temporal con nuevas instituciones en la relación entre la sociedad organizada y el Estado, y de una breve pero sustantiva fortaleza de las políticas públicas para la agricultura familiar y para la convivencia con el semiárido a partir de la década de 2000, especialmente a partir de 2003.

Aporte de la iniciativa DAKI en los semiáridos latinoamericanos

La actual iniciativa DAKI – Semiárido Vivo, una acción en red movilizada por ASA y la Plataforma Semiárido de América Latina, fortalece una comunidad latinoamericana para la valorización, producción e intercambio de conocimientos producidos por  pueblos plurales de las regiones semiáridas.

Al sistematizar las experiencias en curso en las tres regiones y ponerlas en intercambio, así como generar procesos de capacitación para miles de personas (estudiantes, agricultores y técnicos), se están generando y fortaleciendo procesos e inspiraciones mutuas para la construcción de economías resilientes en las respectivas regiones semiáridas.

*Este texto es una adaptación de los Cuadernos de Casos Regionales del proyecto DAKI – Vive Semiárido. Los textos sobre los semiáridos latinoamericanos fueron escritos por: Liliam Telles, Gabriel Seghezzo, Johana Rivera Alzate, Denis Monteiro (AS-PTA), Ismael Merlos (FUNDE) y Cinara Del’Arco Sanches. Las referencias académicas de las fuentes se pueden consultar en los archivos originales.

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